Nada es tan difícil como convertir posiciones ganadoras. A primera vista, esto suena extraño, pero muchos jugadores de club de nivel medio caen en una serie de errores psicológicos al manejar las posiciones ganadoras. El principal problema es que muchos jugadores de ajedrez, una vez que alcanzan una posición ganadora, paran de pensar sobre la partida en sí, piensan solo sobre el resultado. Empiezan a considerar la cantidad de puntos ELO que ganarán, su clasificación en el torneo o cómo pasarán su tiempo libre cuando termine la partida. Pronto, dejan de concentrarse en la posición. Por lo tanto, la mayoría de las veces, pierden el hilo y, finalmente, dejan escapar a su oponente con unas tablas o incluso el punto completo. Es por eso que es esencial mantenerse concentrado hasta que tu oponente renuncie o le des mate. En su excelente libro de ajedrez «Los siete pecados capitales del ajedrez», el GM Jonathan Rowson te brinda algunos consejos sobre cómo lidiar con este problema. Una de sus sugerencias es intentar siempre disfrutar el proceso de ganar la partida y no querer termoinarlo demasiado pronto.
¡El ajedrez es un juego brutal! Si cometes un error en el tenis o el equipo oponente marca un gol en el fútbol, puede comenzar todo de nuevo y el juego continúa. Sin embargo, si pasas por alto un mate en una partida de ajedrez, el juego termina inmediatamente, no importa si antes superaste por completo a tu oponente e incluso estuviste cerca de ganar la partida.
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